así nomas sin ninguna gracia, Ben se encontró a sí mismo indefenso y embarcado en una absurda carrera sin frenos. Poco metros más arriba de donde había quedado incrustado Ben, en la cabina del vehículo, el conductor iba acelerando sin saber que debajo de sus pies viajaba otra persona por accidente. El camión alcanzó en pocos minutos el máximo de velocidad permitido -50 millas (80 km/h)- mientras los conductores que se cruzaban a su paso en la autopista Red Arrow no daban crédito a lo que estaban viendo. Algunos intentaron sin éxito avisarle mediante señales de luz o tocando la bocina. .
Después de recorrer cuatro millas, el camionero paró su vehículo en un depósito de la compañía para la que daba servicio y se encontró que allí le esperaba la policía, que se abalanzó sobre él para advertirle de la presencia de su asustado compañero de viaje.
Solo en girngolanda ....
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