La búsqueda de nuestro lugar por el mundo , casi nunca es como parece , descubrimos cosas muchas veces a prueba y error, durante este proceso de exploración o descubrimiento muchas personas terminan perdidas, víctimas de sus propios vicios o atrapadas por demonios que no existían hasta que se convierten en uno de ellos.
El director François Ozon , nos trae una historia que debería ser triste o un drama de esos que no terminan bien , sin embargo hace trampa , nos plantea un tema muy duro del que nadie le gusta hablar pero que existe y seguirá existiendo. La forma en que presenta la historia hace referencia a las estaciones del año, donde cada una involucra un despertar o evolución del personaje principal. Una chica de 17 años que vive su sexualidad a su manera y no como una obligación. descubriendo como ella cree que funciona el mundo y al final debe decidir qué hacer en verdad con su vida. pero es agradable la forma en que lo hace y al final una canción que complementa lo que acaba de mostrar.
Al parecer el director optó por que el espectador forme su propia conclusión de lo que está viendo y así no toma responsabilidad de dichas interpretaciones, que de ser buenas o malas dependen completamente del punto de vista del público que esté apreciando dicha obra.
Por lo amplio que puede llegar a ser el tema de discusión no es recomendable para todo público , solo para aquel que le gusta una historia bien contada y que deja mucho margen de interpretación, no te dice lo que tienes que pensar o qué es exactamente lo que quiere decir. si aprecias esos puntos esta es tu película. pero si eres de los que desea todo explicado con manzanas y aborreces cosas complicadas aléjate de ella. si de notas se trata le doy un 7/10.
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Ficha:IMDB
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